23 de diciembre de 2011
Han pasado ya unos años desde que, con su disco homónimo en mano, Depedro se presentara en la plaza Mayor de Cáceres a enseñarnos su trabajo. De aquella actuación salieron nuevos seguidores, en los que me incluyo, que le han mantenido la pista desde entonces porque, no nos engañemos, son una buena panda de músicos.
Con Nubes de Papel, todo se mantiene. Esas melodías sentidas. Con la voz espectacular y potente de Jairo, que tras la experiencia de La Vacazul, parece haber encontrado un resquicio en el panorama musical español donde, con un grupo de músicos geniales, dar rienda suelta a sus letras. Profundas y alegres. Sentidas y heroicas. Que dan valor y muestran algunas claves para hacer la vida más sincera. Más sencilla. Más llevadera.
"Hola, soy Lucas y soy el telonero". Con una presentación así de sencilla uno de los miembros de Depedro, Lucas, apareció guitarra en mano para enseñarnos lo que sabía hacer. Y entre broma y broma, durante media hora nos hizo reír y disfrutar. Llenó la Sala Caracol (espectacular en ambiente, sonido y cerveza, como siempre) de los primeros coros de la noche. Temas de Piscinas Vacías que recordaban a otros cantautores que son lo suficientemente emotivos, pero sin llegar a lo ñoño. Todo un reto, pues lo normal es que se te vaya la mano y te acabes convirtiendo en Marc Anthony.
Con Jairo sobre el escenario a las 22:30 horas se dio paso a un concierto genial. Divertido. Lleno de invitados. Con un sonido casi perfecto. Con un setlist que mezclaba temas del disco debut de Depedro y Nubes de Papel. Un disco, este último, con melodías mucho más refinadas. Un disco cuyas letras y ritmos enganchan cada vez más a medida que te detienes en los detalles. En los matices de acordes, de voz, de instrumentos (acordeones, xilófonos, percusiones, melódicas, bases electrónicas...). Muy bueno.
Esa que voy a romper.
Con Nubes de Papel, todo se mantiene. Esas melodías sentidas. Con la voz espectacular y potente de Jairo, que tras la experiencia de La Vacazul, parece haber encontrado un resquicio en el panorama musical español donde, con un grupo de músicos geniales, dar rienda suelta a sus letras. Profundas y alegres. Sentidas y heroicas. Que dan valor y muestran algunas claves para hacer la vida más sincera. Más sencilla. Más llevadera.
"Hola, soy Lucas y soy el telonero". Con una presentación así de sencilla uno de los miembros de Depedro, Lucas, apareció guitarra en mano para enseñarnos lo que sabía hacer. Y entre broma y broma, durante media hora nos hizo reír y disfrutar. Llenó la Sala Caracol (espectacular en ambiente, sonido y cerveza, como siempre) de los primeros coros de la noche. Temas de Piscinas Vacías que recordaban a otros cantautores que son lo suficientemente emotivos, pero sin llegar a lo ñoño. Todo un reto, pues lo normal es que se te vaya la mano y te acabes convirtiendo en Marc Anthony.
Con Jairo sobre el escenario a las 22:30 horas se dio paso a un concierto genial. Divertido. Lleno de invitados. Con un sonido casi perfecto. Con un setlist que mezclaba temas del disco debut de Depedro y Nubes de Papel. Un disco, este último, con melodías mucho más refinadas. Un disco cuyas letras y ritmos enganchan cada vez más a medida que te detienes en los detalles. En los matices de acordes, de voz, de instrumentos (acordeones, xilófonos, percusiones, melódicas, bases electrónicas...). Muy bueno.
La Llorona, La memoria, Equivocado, Chilla que tiemble...Incluso hubo hueco para una versión de Blister in the Sun, de Violent Femmes. Por supuesto también estuvieron Como el Viento, Tu mediodía y una versión excelente de Don't Leave me now, que aunque en el disco es un poco lenta, la participación de Amparo Sánchez (Amparonia) y de un trompetista acojonante que se dejó los pulmones en un solo que hizo temblar los cimientos de la Caracol, la transformó en una canción genial.
Tras un bis de casi media hora, Comanche cerró una noche víspera de nochebuena que servirá para que más de uno termine el año como dios manda. Con música, a lo loco y gritando a los cuatro vientos: Soy más de lo que crees; Estoy llamando a tu puerta, esa que nunca está abierta.
Esa que voy a romper.