11 de Enero del 2011
Nada mejor para empezar el año que asisitir a un concierto de un estilo poco común en este blog. Hablemos un poco de Funky. Y es que este este género creado, como suele ocurrir, por los afro-americanos y que combina R&B, jazz, soul y algunos matices de otros tipos de música, tiene poca publicidad en la capital, al menos en las fuentes que este blog suele manejar. Sin embargo, la noche Funky organizada por la Siroco puede ser el comienzo de una gran alianza OpiO-Funk. Por qué no.
Para los que somos incultos musicales en este ámbito, los grupos de la noche, Funkin' Donuts y Nazan Grein tenían la misión de hacernos ver que no sólo Jamiroquai, Michael Jackson y la panda de clásicos (Hendrix, Stones, Corea, etc.) pueden hacer buen Funk. Sino que aún hoy, en España, existe una buena cantera para que este género, que siempre estimula, siga pululando y haciendo levantar las manos al personal.
Turno de Funkin' Donuts (no confundir con The Funkin Donuts). Tras un pequeño traspié al subir al escenario, este grupo de 6 se comió el mundo a base de rimas, ritmos pegadizos, letras divertidas y mucha, mucha energía. Canciones alegres y positivas, con melodías que se metían en el cuerpo y que te hacían fluir como si los conociéramos de toda la vida. Jugando, además, con la electrónica, metiendo bases al más puro estilo hip-hop y combinándolas muy bien con los instrumentos de toda la vida.
Atraco Perfecto y Fiesta Cuarto Computador pueden ser buenos ejemplos para que os hagáis una idea de lo que estamos hablando. En su página web podéis encontrar más sobre este grupo que creo merece la pena seguir y, si podéis, dejaros caer por uno de sus conciertos para animaros y divertiros. Puede convertirse en un buen plan para empezar una noche con ganas. Y es que, si te paras a pensar, poco se necesita para montar un guateque en tu dormitorio.
Nazan Grein hizo su puesta en escena con un formato diferente. Con trombón, trompeta y saxo, se veía que el bolo iría por otros derroteros a los presentados por Funkin' Donuts. Con un estilo más decantado hacia el jazz y la fusión del funk con estilos tan dispares como el beat-box (espectacular el solo que se marcó el cantante con un juguetito graba-sonidos a mitad del concierto), Nazan Grein, con un bajista colosal, hizo las delicias de la peña con canciones anárquicas, muy al estilo jazzero de jam sessions, pero sin perder la cordura entre las notas.
Temas largos, muy currados; todo con un toque en clave de humor que se agradece para no perder el hilo de la actuación. AgroFunk y, sobre todo, el vídeo-corto El Robo del Funk os darán una idea de por dónde van los tiros. De hasta dónde son capaces de llegar para promocionar un álbum (Funky Lights). En su MySpace, más material.
Una noche que ha devuelto, entre otros a este blog, la sensación de que un género como el Funk, divertido, alegre y estimulante sigue vivo entre las paredes de la noche madrileña. Y sin rebuscar demasiado.
Que sí. Que sí. Que Funkin' Donuts somos todos.
Para los que somos incultos musicales en este ámbito, los grupos de la noche, Funkin' Donuts y Nazan Grein tenían la misión de hacernos ver que no sólo Jamiroquai, Michael Jackson y la panda de clásicos (Hendrix, Stones, Corea, etc.) pueden hacer buen Funk. Sino que aún hoy, en España, existe una buena cantera para que este género, que siempre estimula, siga pululando y haciendo levantar las manos al personal.
Turno de Funkin' Donuts (no confundir con The Funkin Donuts). Tras un pequeño traspié al subir al escenario, este grupo de 6 se comió el mundo a base de rimas, ritmos pegadizos, letras divertidas y mucha, mucha energía. Canciones alegres y positivas, con melodías que se metían en el cuerpo y que te hacían fluir como si los conociéramos de toda la vida. Jugando, además, con la electrónica, metiendo bases al más puro estilo hip-hop y combinándolas muy bien con los instrumentos de toda la vida.
Atraco Perfecto y Fiesta Cuarto Computador pueden ser buenos ejemplos para que os hagáis una idea de lo que estamos hablando. En su página web podéis encontrar más sobre este grupo que creo merece la pena seguir y, si podéis, dejaros caer por uno de sus conciertos para animaros y divertiros. Puede convertirse en un buen plan para empezar una noche con ganas. Y es que, si te paras a pensar, poco se necesita para montar un guateque en tu dormitorio.
Nazan Grein hizo su puesta en escena con un formato diferente. Con trombón, trompeta y saxo, se veía que el bolo iría por otros derroteros a los presentados por Funkin' Donuts. Con un estilo más decantado hacia el jazz y la fusión del funk con estilos tan dispares como el beat-box (espectacular el solo que se marcó el cantante con un juguetito graba-sonidos a mitad del concierto), Nazan Grein, con un bajista colosal, hizo las delicias de la peña con canciones anárquicas, muy al estilo jazzero de jam sessions, pero sin perder la cordura entre las notas.
Temas largos, muy currados; todo con un toque en clave de humor que se agradece para no perder el hilo de la actuación. AgroFunk y, sobre todo, el vídeo-corto El Robo del Funk os darán una idea de por dónde van los tiros. De hasta dónde son capaces de llegar para promocionar un álbum (Funky Lights). En su MySpace, más material.
Una noche que ha devuelto, entre otros a este blog, la sensación de que un género como el Funk, divertido, alegre y estimulante sigue vivo entre las paredes de la noche madrileña. Y sin rebuscar demasiado.
Que sí. Que sí. Que Funkin' Donuts somos todos.
2 comentarios:
Pues yo no me considero Funkin´Donuts. Y mira que me considero muchas cosas...
PD. Ahora que me voy de viaje contigo me tocará leer el blog. Aunque no prometo nada.
Pues tú que te lo pierdes, Anónima de ceñido pantalón.
A la de tres: Si-Ci-Lia!!!
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