12 junio 2011

Rainbow in the Black en La Sala Caracol

11 de junio de 2011

El heavy metal se puede definir con muchos calificativos. Épico. Intenso. Pasional. Potente. Fogoso. Pb, As y Hg. Sea cual sea el que se ajuste más al de la Wikipedia, está claro que Ronnie James Dio está presente en todas ellas. Es (era) de esos personajes que por historia nunca podrán ser olvidados, incluso para gente como yo, que sin llegar al culturismo heavy medio de los metaleros, sabemos apreciar las cosas buenas. Es de bien nacidos estar agradecidos.

Allá por Julio del año pasado, se esperaba a Dio en el Sonisphere de Getafe con su banda Heaven and Hell, pero pocos meses antes se anunciaba su muerte, dejando el cartel con un negro luto más que considerable. Otro mito del que no poder disfrutar desde el patio de butacas.

Esto antes podía ser un impedimento. Sin embargo, desde que se pusieron de moda los grupos tributo, salvando las distancias, no resulta tan difícil estar a pie de escenario imaginando que sobre él se mueve arriba y abajo, a izquierda y derecha, al centro y pa' dentro, el gran Dio con sus devil horns y su pelazo italo-americano.

Rainbow in the black (RIB) se encargó de hacer un tributo más que digno y merecido al maestro Dio, que sentó cátedra en eso de cantar y de sentir el heavy metal. Con Gabriel Boente a la cabeza (ex-cantante de Saratoga), y una sala Caracol con tres cuartos de entrada, RIB se apoderó del escenario pocos minutos pasados de las 21:30 con We Rock. Toda una declaración de intenciones.

Con una caracterización no demasiado conseguida desde el punto de vista estético, costó olvidarse de que Dio no estaba allí. Obviamente, su sombra es muy alargada, y no es tarea fácil. Pero poco a poco, a base de una voz parecida, capaz de controlar perfectamente los altos y los bajos, los tonos cortos y los largos, de dar intensidad donde había que ponerla y de llevar el ritmo de la canción allí donde interesaba, Dio empezó a hacer acto de presencia en La Sala Caracol.



A pesar de mi falta de heavismo brutal, fui capaz de identificar bastantes canciones, porque, al fin y al cabo, de una forma u otra, si te mueves en el mundo del rock es difícil no haber escuchado nunca himnos como la ya mencionada We Rock, Long live Rock 'n' Roll, Holy Diver, Heaven or Hell y, por supuesto, Rainbow in the dark.

Hacía también tiempo que no veía tantas guitarras en el aire durante un concierto, y es que era para lanzarse al ruedo, porque si no es fácil salir airoso de una comparación con Dio, tampoco es trivial osar agasajar a Ritchie Blackmore tocando sus temas, sus acordes, sus trastes, sus cuerdas. Y al igual que Dio, Blackmore debe estar contento de que haya gente como Javier Castro que deje en tan alto pedestal el legado del guitarrista purple.

Se escucharon temas de las etapas de Dio en solitario, con Rainbow y con Black Sabbath. Sigo echando de menos 'locuras' en este tipo de conciertos. No sé si es la influencia Muchachada Nui con sus Celebrities. No sé si es el poder de la industria de la golosina o la publicidad a Unicef. Pero los artistas podrían ser más transgresivos. Me hubiera encantado, por ejemplo, que se hubieran plantado en el escenario un saxofonista y un contrabajista y hubieran tocado una canción de la época inicial de Dio, incluso antes de su primera canción heavy, donde se dedicada al rhythm and blues, cuando aún no era Dio. Porque aquello seguro sirvió para convertirle en lo que fue.

Era mi primera vez en La Sala Caracol, y el sabor de boca no pudo ser mejor (no sólo por la música, sino que la cerveza estaba de rechupete). Se manifestó en mí un sentimiento negro que tuve en algún momento. Aunque también me di cuenta de que dos horas de heavy metal son suficientes para mis oidos. Digerir estridencia ya no entra en mis planes. Lo que no quitó que volviera a disfrutar de uno de los que quizá sea de los estilos musicales que mayor halo de misterio y de sentimiento que existen en la música.

Dio, allá donde fueras, este humilde seguidor cree que anoche se hizo un merecido homenaje al primer aniversario de tu muerte. Y RIB estuvo a la altura de tan ambicioso reto. Fue, como muchos estáis pensando, Like a Rainbow in the Dark.


1 comentarios:

Zurita dijo...

Amen.