05/06/2011
Que no. Que no. Que no estuve en Nürburg. Sin embargo, la noticia de que System of a Down había vuelto y que se retransmitía en directo el concierto desde la web Stream4U me llevó directamente a sentarme delante del ordenador con una cerveza y dejarme llevar.
¿Se notarían decaidos? ¿Les habría pasado factura, a Serj y a Daron, sus periplos en solitario, melódicos, con folk oriental? ¿Cómo seguirían sus voces, sus riffs, después de algunos años en el baúl? ¿Empolvados? ¿Agrietados? ¿Quizá sonaría a "estoy aquí por necesidad"?
A las 22:30 horas, puntualidad alemana, y con la web yendo a tirones durante los primeros minutos, SOAD apareció en el escenario. Con carteles de Welcome Back, una de las bandas más influyentes de los últimos tiempos y por las que uno estaría orgulloso de haber nacido en los 90, inició su torrente personal con Prison Song.
Como si hubieran estado encerrados en una celda durante 4 años, en barbecho. A la espera de volverse a encontrar consigo mismos y darse cuenta de lo que representan. Se les veía bien. Quizá Daron era el más cambiado, con un look más parecido al Arrebato o al Barrio que al guitarrista misterioso y oscuro que llegó a ser. Sin embargo, el sombrero no consiguió nublarle la mente y, más allá de perder cualidades, demostró que tiene una voz y una fuerza con la guitarra fuera de lo normal. Una mezcla de obscenidad, de rabia, de amor-odio que estalló sobre la alfombra mojada (no veáis la que debió caer) del escenario.
Serj sigue conservando su esencia. Una voz espectacular, con una variedad de registros que intimida. Un grito. Un Do mayor séptima. Otro grito. Un graznido. Y ahora un Re. Porque yo lo valgo.
Lo de Shavo y John también es de mérito. Mantenerse tanto tiempo al margen, siendo tan buenos como son, es para reconocérselo. Sin cambios de vestuario ni de look tan impactantes como el de Malakian, se mantuvieron increíbles durante el concierto. Dando muestras de que merecen estar en el grupo. Que dan valor añadido.
El repertorio fue espectacular. Querían resolver de un tirón todas las posibles preguntas que surgieran alrededor suya y durante la hora y media de concierto llegaron a la friolera de 26 canciones de setlist. Y aun así hubo tiempo para agradecimientos. Porque somos su fucking love. Y porque Daron se empeñó en que todos nos volviéramos locos. Ya fuera en cuerpo. O en espíritu. Porque el nosequé llegaba igual. A los que estuvimos en 2005 viéndoles mientras coches ardían y barras eran asaltadas por el público enajenado con más que motivos, esta videoconferencia ha supuesto un renacer.
Deer Dance, Suggestions, Hypnotize, Psycho, Chop Suey, Lonely Day, Kill Rock 'n Roll, Aerials, Suit pee, Toxicity, Sugar. Quién puede dar más en el metal. Claro que faltaron. Pero no sobraron. Un despliegue de ganas asombroso. Tenían motivos. Estaban de vuelta. Están de vuelta.
Sólo queda que, más temprano que tarde, vuelvan a desquitarse en los estudios. Sacando algo, como suele ser habitual, que merezca la pena ser degustado. Que aproveche.
¿Se notarían decaidos? ¿Les habría pasado factura, a Serj y a Daron, sus periplos en solitario, melódicos, con folk oriental? ¿Cómo seguirían sus voces, sus riffs, después de algunos años en el baúl? ¿Empolvados? ¿Agrietados? ¿Quizá sonaría a "estoy aquí por necesidad"?
A las 22:30 horas, puntualidad alemana, y con la web yendo a tirones durante los primeros minutos, SOAD apareció en el escenario. Con carteles de Welcome Back, una de las bandas más influyentes de los últimos tiempos y por las que uno estaría orgulloso de haber nacido en los 90, inició su torrente personal con Prison Song.
Como si hubieran estado encerrados en una celda durante 4 años, en barbecho. A la espera de volverse a encontrar consigo mismos y darse cuenta de lo que representan. Se les veía bien. Quizá Daron era el más cambiado, con un look más parecido al Arrebato o al Barrio que al guitarrista misterioso y oscuro que llegó a ser. Sin embargo, el sombrero no consiguió nublarle la mente y, más allá de perder cualidades, demostró que tiene una voz y una fuerza con la guitarra fuera de lo normal. Una mezcla de obscenidad, de rabia, de amor-odio que estalló sobre la alfombra mojada (no veáis la que debió caer) del escenario.
Serj sigue conservando su esencia. Una voz espectacular, con una variedad de registros que intimida. Un grito. Un Do mayor séptima. Otro grito. Un graznido. Y ahora un Re. Porque yo lo valgo.
Lo de Shavo y John también es de mérito. Mantenerse tanto tiempo al margen, siendo tan buenos como son, es para reconocérselo. Sin cambios de vestuario ni de look tan impactantes como el de Malakian, se mantuvieron increíbles durante el concierto. Dando muestras de que merecen estar en el grupo. Que dan valor añadido.
El repertorio fue espectacular. Querían resolver de un tirón todas las posibles preguntas que surgieran alrededor suya y durante la hora y media de concierto llegaron a la friolera de 26 canciones de setlist. Y aun así hubo tiempo para agradecimientos. Porque somos su fucking love. Y porque Daron se empeñó en que todos nos volviéramos locos. Ya fuera en cuerpo. O en espíritu. Porque el nosequé llegaba igual. A los que estuvimos en 2005 viéndoles mientras coches ardían y barras eran asaltadas por el público enajenado con más que motivos, esta videoconferencia ha supuesto un renacer.
Deer Dance, Suggestions, Hypnotize, Psycho, Chop Suey, Lonely Day, Kill Rock 'n Roll, Aerials, Suit pee, Toxicity, Sugar. Quién puede dar más en el metal. Claro que faltaron. Pero no sobraron. Un despliegue de ganas asombroso. Tenían motivos. Estaban de vuelta. Están de vuelta.
Sólo queda que, más temprano que tarde, vuelvan a desquitarse en los estudios. Sacando algo, como suele ser habitual, que merezca la pena ser degustado. Que aproveche.
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