No sólo de pan vive el hombre. Y tampoco de música.
Variando el repertorio, el pasado martes acudí al matadero de legazpi para presenciar una obra de teatro clásico: Las Troyanas, de Eurípides. La verdad es que sólo había asistido una vez al teatro, y fue en Mérida, siendo parte de la historia (todo aquél que haya ido sabrá por qué lo digo). Así que el listón estaba alto.
Pero Las Troyanas no defraudaron. Los coros, magníficos. Los diálogos, llenos de emoción y sentimiento. Las mujeres al poder. Ahora no suena demasiado raro. Pero hacerlo hace más de 2 milenios no tuvo que ser nada fácil.
No soy nadie para criticar nada de la obra: la iluminación y el sonido me gustaron; el decorado, también. Obviamente no llega al embargo que genera el teatro romano de Mérida. Pero merece mucho la pena.
¿La fortuna dura siempre?¿Vencedores y vencidos?¿Remordimientos de los asesinos?¿Vida o muerte? ¿Sexo débil? Son preguntas que, en parte, pueden responderse viendo la obra. O al menos, generan preguntas aún más profundas.
Precio: Martes y Miércoles, 16,50 €
Resto semana: 22€
Más información en: http://www.mataderomadrid.com/
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