"Uno tiene el público que merece"; "Normalmente, lo grupos cuando empiezan una gira se foguean en provincias. Nosotros no. Venimos a la capital". Qué joyas. Uno no sabe qué pensar sobre Jose María Sanz, el Loco. Aun así, se piense lo que se piense está claro que está enamorado del rock and roll. Y por eso le queremos.
La primera parte del concierto fue bastante lenta, basada la mayoría en los nuevos temas del Balmoral. El Loco está empeñado en intentar asimilar sus 47 tacos, pero nosotros no queremos eso. Nosotros queremos, al menos en los conciertos, la fuerza de la segunda parte: "Hombres" (tocada, sin duda, en plan reivindicativo); "Feo, fuerte y formal"; "Rock and roll actitud"; "Rock and roll star"; "Tengo una banda de rock and roll"; "Besos robados"...Un sinfín de canciones basadas en sentimientos hacia el amor, pero sobre todo hacia el rock and roll. Faltó "La mataré", pero todos sabíamos que ya hace tiempo que desterró esta canción de su repertorio para solidarizarse con los malos tratos. Una pena.
Los allí presentes, al grito de "Locooo, loooocooo...", deseábamos ver esa faceta rockera y gamberra de Loquillo. La que nos enamoró. La que nos enamora.
Sobra decir que durante el concierto hubo besos, pases de claquet, pies de micrófono bailando, poses frente al público, elegancia vistiendo...todo un espectáculo sobre el escenario.
Mi primer concierto de Loquillo: Qué buen sabor de boca. Un 10. Lo sé, no soy objetivo, pero irremediablemente, tengo el corazón enamorado de rock and roll.
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