13 diciembre 2008

Conciertos sala TABÓO

12/12/2008

Gracias a Dios, Madrid sigue teniendo posibilidades. ¿Que no te apetece una pizza? Hay kebaps. ¿Que no quieres ir en metro? Hay buses. ¿Que no quieres sentir agobio? Está el Retiro. ¿Que cierran La Riviera? Está la sala Tabóo (hereafter, Tabú)...por ahora.

Pese a mi falta de cultura sobre el mundo indie, nunca está demás drogarse durante 3 horas con música alternativa; principalmente, para tener conocimiento de causa. Siempre que se habla de algo, lo mejor es haberlo probado antes.

La noche empezó, raro en Madrid, catalanizada con San Pedro. El grupo en sí sonaba bastante bien, aunque pecaron de demasiado suyos. No dieron opción al público a implicarse en sus canciones, en sus melodías, en sus gestos...Quizá fuera el uso del catalán; quizá fuera la pose del cantante, demasiado preocupado en aparentar algo que no fui capaz de descubrir...Les faltaba (o les sobraba) algo. No convencieron.

EgonSoda, bajo el mando de Ricky Falkner (al parecer, toda una eminencia en el mundo indie nacional), sí mostraron qué es el indie. Intensidad, ritmos profundos, voces sensibles, suaves y no muy rotundas...típico indie 100%. Quizás con más tintes rockeros que los planetas, piratas, eleantes o similares, cosa que agradecí enormemente.

Sobre las 10 horas, entró en escena la musa de la noche. Zahara Eléctrica hizo honor a su nombre con un directo muy bueno. Mezclando el pop, indie y ritmos rockeros, cautivó al personal con sus comentarios, su agradable presencia, su aparente inocencia...pero sobre todo con su voz. Vozarrón. Quién sabe si, en algunos años, aparece una PJ Harvey en el mundo indie. Ojalá. Lo mejor de la noche.


Normalmente, siempre se suele dejar lo mejor para el final. Pero esto fue la excepción que cumple la regla. Miss cafeína es un grupo de sobre. Más cercano a grupos como Pignoise o calaña (mala) semejante, ni por asomo estuvo a la altura del resto de grupos. Menos mal que el guitarrista hacía caras como si estuviera tocando la balada definitiva, haciendo que el ratino de Miss Cafeína no se hiciera demasiado eterno. Fue patético...e incluso dio una patada al aire...En fin, Serafín.

Después de la decpeción de GBordello, la noche no pudo ir mejor. Buena música (insisto: Miss Cafeína de comer a parte). Gran ambiente. Mejor compañía. Mucho mejor noche.

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