EgonSoda, bajo el mando de Ricky Falkner (al parecer, toda una eminencia en el mundo indie nacional), sí mostraron qué es el indie. Intensidad, ritmos profundos, voces sensibles, suaves y no muy rotundas...típico indie 100%. Quizás con más tintes rockeros que los planetas, piratas, eleantes o similares, cosa que agradecí enormemente.

Sobre las 10 horas, entró en escena la musa de la noche. Zahara Eléctrica hizo honor a su nombre con un directo muy bueno. Mezclando el pop, indie y ritmos rockeros, cautivó al personal con sus comentarios, su agradable presencia, su aparente inocencia...pero sobre todo con su voz. Vozarrón. Quién sabe si, en algunos años, aparece una PJ Harvey en el mundo indie. Ojalá. Lo mejor de la noche.
Normalmente, siempre se suele dejar lo mejor para el final. Pero esto fue la excepción que cumple la regla. Miss cafeína es un grupo de sobre. Más cercano a grupos como Pignoise o calaña (mala) semejante, ni por asomo estuvo a la altura del resto de grupos. Menos mal que el guitarrista hacía caras como si estuviera tocando la balada definitiva, haciendo que el ratino de Miss Cafeína no se hiciera demasiado eterno. Fue patético...e incluso dio una patada al aire...En fin, Serafín.
Después de la decpeción de GBordello, la noche no pudo ir mejor. Buena música (insisto: Miss Cafeína de comer a parte). Gran ambiente. Mejor compañía. Mucho mejor noche.