29/03/09
Lo sé...no quieres que te llame Frankie. Pues sólo durante estas líneas, a partir de ahora, Paco. Pero no te acostumbres...
Quién iba a pensar que cuando de Paco salió la idea de hacer su propia guitarra, iba a acabar tocándola entre un monstruo (Luismi, vales) y un chuleta italiano (más preocupado de que no hubiera cachimba encendida que de tocar y estar a lo que debía), en una tetería preciosa con mal servicio (touché). Pues ni el mismo Paco. Pero Madrid da estas oportunidades.
Da gusto que gente amateur se pueda liberar de esta forma: disfrutando ellos y los de su alrededor. Porque disfrutamos, Paco. Viendo cómo tú lo hacías. Viendo cómo sonreías cuando os equivocábais. Viendo cómo echabas palante los morros cuando tu guitarra sonaba sobre las demás. Viendo cómo llevabas el ritmo con tu pie. Viendo cómo te divertías y veías que tu esfuerzo en esa guitarra (aún sin nombre, corrígeme si no es cierto) se veía recompensado.
No es necesario hablar mucho del concierto. Típicos malentendidos de haber ensayado poco; Luismi genial con unos solos de escándalo; Paco muy metido y, a mi entender, no desentonó para nada; que cuando se toca con gente tan buena no es nada fácil. Guisseppe, Luigi, Andrea...o como se llame, sí que dio la nota. La baja.
Fue un auténtico placer estar allí, Paco. Cuenta con nosotros y con este blog. Que no cese el vaivén de las cuerdas, con tal de que no corten, cual máquina de charcutero, tus objetivos reales. Gracias Paco.
Y ahora sí...vuelves a ser Frankie. ¡Come on!